CUANDO EL CAOS TE BESA… Y Tú LE CORRES, PERO LENTO

Cuando el caos te besa… y tú le corres, pero lento

Cuando el caos te besa… y tú le corres, pero lento

Blog Article

¿Quién no se ha sentido atrapado en una escena con banda sonora emocional y silencios que hablan?
Así empieza un enredo seductor: sin aviso, sin estructura, pero con una intensidad que no se puede fingir.


Cuando el Amor se Disfraza de Guion Inconsciente


Y en ese instante, entre lo dicho y lo que se evita, el enredo toma forma: no como error, sino como un delicioso enredo emocional en proceso de horneado.
Uno piensa que está teniendo una epifanía romántica, cuando en realidad están hablando con pasión desmedida sobre qué pizza es la mejor.


Juegos Mentales, Emoticonos y la Guerra de los Días Sin Responder


Porque ahora los “buenos días” compiten con la última foto en el feed, y los silencios estratégicos valen más que un discurso apasionado.
Una carita guiñando puede ser deseo, ironía, o una alergia ocular digital: todo depende del contexto, la hora y el nivel de ansiedad de quien lo recibe.
Y cuando finalmente se concreta otro encuentro, ambos saben que han sobrevivido a una especie de casting emocional que atractivo radiante solo ellos entienden.


Reflexión Final: Enredos, Sí. Rutina, Jamás.


Tal vez los enredos son la verdadera forma en que el universo nos recuerda que seguimos vivos, atentos, deseando algo más.

Los enredos emocionales son como películas sin director: caóticas, sí, pero llenas de momentos auténticos.

Y si todo falla, al menos tendrás material para memes legendarios y carcajadas entre amigos.

Porque a veces, lo más emocionante no es saber a dónde va la historia, sino perderse con alguien en el intento.

Report this page